Lo cierto es que invertir en inmuebles ofrece algunas ventajas, aquí van algunas de las que él comenta:
- Poder de apalancamiento: El apalancamiento según Kiyosaki es "hacer cada vez más con cada vez menos". Si uno invierte en bolsa, el banco no le va a dejar dinero. Sin embargo, es posible invertir en inmuebles únicamente con el 20% del valor de la propiedad y el banco nos prestará el 80% restante. Dicho de otro modo y una vez más en palabras del empresario, estaríamos usando el DOP: Dinero de Otras Personas.
- Control del activo: Al comprar una vivienda, podemos añadir una habitación, hacer reformas, partirla en dos propiedades... esto no ocurre al invertir en bonos del Tesoro o en otra clase de activos en papel.
- Posibilidad de diferir de impuestos: Cuando se vende un inmueble con plusvalías, muchas legislaciones permiten aplazar el pago de impuestos en ciertas condiciones, por ejemplo, reinvirtiendo los beneficios en otros inmuebles. Esto no ocurre al invertir en acciones, por ejemplo, donde hay estrategias para diferir impuestos mediante opciones y futuros pero son mucho más limitadas.
Sin embargo, está claro que la inversión pasiva mediante la indexación en el SP500 o en otros índices es, a largo plazo, más rentable que los inmuebles. Teniendo en cuenta que la rentabilidad media de los inmuebles a través de alquileres es de un 5%, un apalancamiento de 5 a 1 (adelantando el 20% del valor del inmueble) teóricamente rendiría un 20% pero, ¿no se comerán los intereses del banco esos beneficios por alquiler de manera casi íntegra? Al final, la rentabilidad sobre el capital invertido se nos quedaría en un 6%, muy por debajo del 9-10% de la indexación bursátil. No debe ser fácil encontrar oportunidades en el mercado de la vivienda pero seguiremos analizando esta posibilidad de cerca.
